

Mi padre pintaba como nadie. Pintaba tan bien que ahora mismo estará pintando junto a Van Gogh y Monet.
Mi padre siempre será un gran artista, de esos que en sus últimos días se ataba los pinceles a las manos para poder seguir pintando, pintó hasta que sus débiles piernas no soportaban su peso y ya no podía levantarse. Os dejo algunos de sus cuadros, a lo largo de su vida pintó cientos, a cual de ellos más genial. Tuve la gran suerte de estudiar Bellas Artes 3 años después de él, con lo que coincidíamos por los pasillos y eramos confidentes en la cafetería. Mi padre era mi amigo, mi compañero; me encantaba que me pidiese consejo sobre el color de sus cuadros, y él me hacía caso como si mi opinión fuese más importante que la suya. Podría contar mil historias de mi padre, pero ahora mismo no puedo porque el dolor se apodera de mí al recordarle. Pero gracias a mi padre soy la pequeña artista que ahora soy y sé que siempre habrá algo de él en mí.
Me gustaría agradecer de nuevo a todo el mundo que está colaborando para la exposición su gran labor (me están llegando muchas cositas ya, colgaré en cuanto pueda una lista con los envios recibidos para que os quedeis tranquilos), y decir a esa gente que me ha mandado mails diciéndome que conocidos suyos también están luchando contra el cáncer, que sigan luchando, que con todos esos granitos de arena que estáis aportando haremos una montaña muy grande y ayudaremos a mucha gente que también sufre cáncer. Nunca hay que perder la esperanza porque es lo que nos hace grandes y humanos.
ADIOS PAPÁ...